Hace tres años y un mes que la covid nos obligó a andar con máscara. Conforme se ganaba la lucha contra el virus, esta protección dejó de ser imperativa, primero en la calle, luego nos lugares cerrados, y en febrero de este año, en el transporte.
Gobierno y comunidades autónomas acordaron este viernes por unanimidad eliminarlas del último reducto donde aún eran obligatorias: farmacias, hospitales y residencias. La máscara pasará a ser solo recomendable cuando haya síntomas.
Será también aconsejable seguirlas llevando dónde haya pacientes vulnerables, como quirófanos, unidades de oncología o de cuidados paliativos, así como en urgencias. Los detalles los conoceremos cuando el Consejo de Ministros apruebe la retirada en los próximos días.