Los agricultores de Europa Central y Oriental han salido este martes a la calle en Bruselas para protestar contra las importaciones de grano ucraniano, que según ellos están afectando a sus medios de subsistencia. Los manifestantes quieren que la UE adopte medidas decisivas a largo plazo sobre el conflicto, que está provocando tensiones en la región. El año pasado, tras el inicio de la guerra, la UE suprimió los aranceles a la importación de productos agrícolas ucranianos para apoyar al país, pero el grano barato ha obligado a muchos agricultores de los países fronterizos con Ucrania a abandonar sus propios mercados. La Comisión Europea llegó a un acuerdo con cinco Estados miembros a finales de abril que les permitía dejar de vender y almacenar grano ucraniano en sus territorios, al tiempo que les asignaba una ayuda financiera de 100 millones de euros, pero el acuerdo expira el 5 de junio. Los agricultores exigen ahora fondos adicionales de la UE, así como medidas más contundentes, como un mayor control de calidad de las importaciones. Los productores de Europa del Este dicen que no pueden competir con los ucranianos, ya que no operan bajo las estrictas normas ecológicas y sobre plaguicidas de la UE.
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