Dos hombres, hermanos, de 48 y 54 años, murieron al respirar el humo que produjo un incendio en la vivienda familiar que compartían en el lugar de Vilar, parroquia lucense de Santiago de Meilán. Cuando agentes de la Policía Nacional llegaron a la vivienda y entraron, comprobaron que estaba llena de humo, aunque las llamas ya se habían extinguido, sin afectar ni a la estructura de la casa ni a los cuerpos de los fallecidos. Los primeros indicios apuntan a que el fuego pudo producirse a consecuencia de uno fallo en la instalación eléctrica, que estaba en muy mal estado. Los dos hermanos ya habían fallecido cuando los bomberos disiparon el humo; el 061 solo pudo confirmar sus muertes. La chispa que provocó el fuego pudo originarse en un enchufe en mal estado, en el que los hermanos estaban cargando un teléfono móvil.
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