Fátima Rodríguez presenta a las personas que la acompañarán en los puestos 2 y 3 de la candidatura del BNG de Ponteceso: «Cuando nuestra Asamblea Local afrontó el reto de componer la candidatura para estas elecciones tuvimos claro que en este momento es necesario tener un equipo versátil, con capacidad de escucha y de adaptación», declaró. Dos ejemplos son los números 2 y 3 de la lista, Miguel Pose Amado y María Vitureira Facal.
Miguel es vecino de Cospindo, tiene 24 años es farmacéutico y actualmente estudia una oposición al cuerpo de farmacéuticos del Estado. Comenzó a participar activamente en la política a los 18 de la mano de Galiza Nova porque cree que quien tiene una inquietud y es inconformista tiene que hacer lo que pueda para cambiar la realidad: «Pienso que el Bloque es la alternativa que ofrece experiencia y una trayectoria previa real y de compromiso con nuestro ayuntamiento para gobernar haciendo política transformadora al servicio de la gente», declara.
María es vecina de Corme Porto, tiene 35 años, se formó cómo Técnico de Imagen para el Diagnástico, como Monitora de Ocio es Graduada en Trabajo Social y actualmente compagina su empleo en el sector de la hosteleria con los estudios de un Máster Universitario de Prevención de Drogodependencias y Otras Conductas Adictivas, a mayores, cuando sus ocupaciones se lo permiten, participa en movimientos sociales: «Nuestro ayuntamiento precisa un cambio, en el BNG de Ponteceso contamos con un equipo multidisciplinar con ganas de dialogar para hacer la política que nuestros vecinos precisan», asegura.
Por su parte, Fátima Rodríguez, insiste: «Tenemos un claro compromiso en pro de la transformación de nuestro ayuntamiento y por eso conformamos una candidatura compuesta por personas que en su propia vida ya afrontaron procesos personales de transformación, capaces de adaptarse a las circunstancias para alcanzar sus objetivos. Tenemos la seguridad de que para transformar nuestras villas y aldeas es necesario un equipo compuesto por personas con capacidad de escuchar y observar más allá de la propia parroquia, es necesario analizar y atender el ayuntamiento globalmente y actuar de manera integral y cohesionada en todo el territorio».