La visita del jefe de la diplomacia china a Moscú en vísperas del primer aniversario de la guerra de Ucrania es un potente mensaje de Pekín destinado tanto a Rusia como a Estados Unidos. Wang Yi fue recibido calurosamente por el presidente ruso, Vladímir Putin, quien afirmó que sus países tienen un interés estratégico común en permanecer juntos en la escena mundial. China se ha negado a criticar la invasión rusa de Ucrania y Wang Yi dio a entender que Pekín no se dejará presionar por Estados Unidos en ese sentido. Los ejercicios navales conjuntos entre Rusia y China en Sudáfrica son una prueba más de la creciente cooperación militar. Estados Unidos teme que China esté dispuesta a ir más allá y suministrar armas al Kremlin para la guerra de Ucrania. Pekín dice que no lo hará y condena a Washington por armar a Kiev.