La colocación de la piedra pone fin a la primera fase de las obras de ampliación, que estuvieron marcadas, por una parte, por los problemas de escasez de materiales, que obligaron a la empresa constructora a parar los trabajos durante semanas, y, por otra, por la subida de precios, lo que obligó a realizar este nuevo contrato específico para el revestimiento. En esta primera fase se acometió la construcción de 720 y 96 columbarios, distribuidos en cuatro alturas y con acabados en piedra natural, manteniendo el modelo existente. Asimismo, en cumplimiento de la legislación autonómica sobre sanidad mortuoria, en esta primera fase también se instaló un horno incinerador para la eliminación de ropas, útiles, maderas y demás residuos procedentes de la evacuación y limpieza de sepulturas o del propio cementerio. La intervención, que supuso una inversión de más de 600.000 euros, se completó con la urbanización del espacio. Las obras estuvieron supervisadas este viernes por el alcalde, Evencio Ferrero, y el concejal de Obras, Luis Lamas.
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