La empresa Allwork Vestuario Laboral, participada al 50% por Francisco Antonio Otero Illodo, marido de Paula Prado – secretaria del Partido Popular de Galicia -, facturó durante la pandemia 145.975,72, vendiendo sobre todo EPIs a la administración gallega.
Todo ocurrió apenas unas pocas horas antes de que el Gobierno español decretara el estado de alarma y comenzara oficialmente el primero confinamiento de la pandemia de coronavirus. El día 13 de marzo de 2020, en una pequeña empresa gallega hubo un movimiento estratégico: el marido de Paula Prado, la actual secretaria general del Partido Popular de Galicia, pasaba a ser socio al 50% de Allwork Vestuario Laboral afincada en Santiago de Compostela.
Hasta ese momento, esta sociedad apenas había accedido a licitaciones públicas con ninguna administración dependiente de la Xunta. Solamente una vez en 2019, con el ente público Augas de Galicia y con un contrato de apenas 182 euros. Pero en el momento en el que entraba cómo propietario el marido de Prado, los datos cambiaron: en los tres años que duró la pandemia, la empresa se hizo con 38 contratos menores, es decir, realizados a dedo, por un valor total de 145.975,72 euros y dedicados, principalmente, a la compra de equipos de protección individual (EPI).
Reminiscencias a la operación Pokémon
Tanto el nombre de Paula Prado cómo el de su marido ya estuvieron bajo el foco mediático y judicial durante las primeras fases de instrucción de la macrocausa denominada Pokémon. En 2014, Prado fue imputada por la justicia por presuntos delito de tráfico de influencias, soborno o falsedad documental para beneficiar a su marido. Finalmente, Prado sobrevivió a aquello después de que el juez y el fiscal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia no hallaran indicios de ningún delito, a diferencia de la opinión de los agentes de Aduanas que iniciaron aquella investigación.