Los tres ayuntamientos gallegos acaban de estrenar su respectivo paso de vaca permanente, que es como un paso de cebra pero en vez de rayas blancas tiene las típicas manchas de la piel de la vaca. Resulta evidente que entre los símbolos de la identidad gallega no figura precisamente la cebra. Y por ahí nació la idea de poner sobre lo asfalto la piel de nuestro animal más emblemático.
Un año después del éxito popular que obtuvo el paso de vaca temporal de A Coruña, tres ayuntamientos rurales, A Baña, Mazaricos y Santa Comba acaban de estrenar su respectivo paso de vaca permanente, que representa nuestro pasado y nuestro presente y aspira a representar nuestro futuro.
Los alcaldes de las tres villas participaron en la inauguración del cuarto paso de vaca permanente, el de la Casa Grande de Xanceda, lugar donde comenzó esta iniciativa para reivindicar el rural en la ciudad. Los pasos de vaca no pretenden sustituir los pasos de cebra homologados.