Alemania abandona totalmente el uso de la energía nuclear con el apagado de los tres últimos reactores activos: Isar 2, Neckarwestheim 2 y Emsland. Los reactores, situados en el oeste y sur del país, generan aproximadamente el 5 % de la electricidad que produce Alemania. El Ministerio de Economía ha reiterado que la seguridad del suministro energético está garantizada gracias a las energías renovables y pese a las consecuencias de la guerra en Ucrania. Pero el cierre genera dudas entre empresarios y científicos, y cuenta con la oposición de los conservadores. La entonces canciller Angela Merkel tomó en 2011 la decisión de abandonar la energía nuclear tras la catástrofe de Fukushima, en Japón, aprobada por una amplia mayoría en el Parlamento -con 513 votos a favor y 79 en contra- pero la incertidumbre provocada por la guerra de Ucrania ha reabierto el debate sobre una forma de energía que, reiteramos, generaba el 5 % de la electricidad consumida en Alemania.
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