Demasiado castigo para el Bergantiños en un partido que finalizó con polémica

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  • El UD Paiosaco- Hierros empató 1-1 en casa del Somozas.
  • 500 espectadores en As Eiroas. Partido de la séptima jornada de liga en el grupo I de Tercera División. Fabril 3-1 Bergantiños.

No mereció tanto castigo el Bergantiños en un partido que acabó con las bancadas silbando a los árbitros luego de un último cuarto de hora en el que se encendieron los ánimos de todos -en el campo, en los bancos y en la grada- después de que Adrián García tomara decisiones discutibles que se saldaron con un penalti a favor del Fabril y las expulsiones de Miguel Figueira, Duque y Bilal (aunque el acta refleja que el lateral solo vio tarjeta amarilla, en el campo el colegiado le enseñó la roja). El filial del Deportivo fue mejor durante la primera media hora: apretaba muy arriba, todos muy generosos en el esfuerzo, y atrancaba la salida de balón del Bergantiños, por más que Agulló, Diego y Remeseiro se ofrecieran siempre. Precisamente de esa presión sacaron rédito los visitantes, cuando Iago López, apurado por Iago Novo, le regaló el balón al centrocampista coruñes, quien sirvió un centro fácil para Aarón, uno de los que llegaba solo en carrera.

El Bergantiños no encontraba el sitio y además permitía demasiado, como cuando Jawed, muy cómodo, sin que lo apuraran, maniobró con clase y armó la pierna desde los tres cuartos, difícil para un Santi atento en el rechace, en esa acción y en todo el encuentro. Aunque ahí por el minuto 30 el Bergan se sacudiera el dominio, en ataque no fue quien de oponer más que centros laterales que nunca encontraron rematante. Más peligro llevó el Fabril, que, justo antes del intermedio, tuvo un buena llegada en carrera de Losada que no encontró la red por muy poco. Luego del intermedio el equipo visitante volvió a mandar y casi aumenta la ventaja en otro bueno final alejado de Iago Novo en el que Santi estuvo perfecto otra vez. Respondió Remeseiro en la mejor ocasión del Bergan en la primera hora, un final abajo que marcho fuera por poco. Esa oportunidad reforzó la moral del Bergantiños, que empujó más, mientras el partido comenzaba a subir de temperatura con una entrada de Martín Vila que se no fue de tarjeta roja tampoco de amarilla, lo que le enseñó el árbitro entre protestas de los locales, los de corto y los que lo vieron desde arriba. Los de Figueira obtuvieron premio a su esfuerzo y sus ganas con el gol de Diego, pero fue un espejismo en el que probablemente tuvieron no poco que ver las decisiones de Adrián Rodríguez. Primero pitó un penalti -riguroso a primera vista- por empujón de Duque dentro del área. Luego expulsó al mismo Duque por zafarse de la agarrada de un fabrilista, muy hábil para irse al suelo. El árbitro interpretó que con el codo, pero la supuesta agresión pareció más que discutible. Luego llegó falta previa al último gol del filial en el que Bilal entró con fuerza abajo para cortar una contra, ya con son de viento en las bancadas y todos en las Eiroas muy nerviosos.