La imagen que grabaron los usuarios de las termas hace solo unos días es inquietante: tres jóvenes de unos veinte años caminando por el arco de la pasarela peatonal, la unos quince metros sobre el nivel del puente, y el doble con respeto al río Miño.
Ocurrió este lunes contra las cuatro de la tarde, la plena luz del día y ante numerosas testigos: los usuarios y también los vigilantes de las termas de Outariz y de la Burga de Canedo, que intentaron disuadirlos por el riesgo que entrañaba su peripecia.
Según usuarios habituales de las termas, ya lo habían hecho el día anterior. Con ellos iba una joven que quedó en el primero tramo, lo que muchos otros chicos usan habitualmente como tobogán. “De hecho, el principio del arco de la pasarela está medio pelado de subir los chicos”, explica Camoeiras.
En este caso #tratar de un grupo de jóvenes extranjeros que estaban de paso en Ourense, por lo que los usuarios de las termas confían que la temeraria ocurrencia no se repita.