La devastación causada por el ciclón Idai en Mozambique ha provocado una dramática situación sin precedentes. Con más de 700 muertos confirmados y con una estimación por parte de las autoridades mozambiqueñas, encabezadas por el presidente Filipe Nyusi, de superar el millar de fallecidos, el ciclón ha arrasado con casi la totalidad de ciudades como Beira, la segunda más grande del país.
Nyusi, tras una reunión extraordinaria del Gobierno celebrada en esta ciudad devastada en un 90%, declaró una “emergencia nacional” por ese desastre que ha devastado pueblos y ciudades.
El paso de Idai por el sureste de África afectó a más de 2,6 millones de personas y podría convertirse en uno de los peores desastres relacionados con el clima jamás registrados en el hemisferio sur, dijeron responsables de la ONU.