4.856,6 euros es la cuantía que la Administración gallega dedicó el pasado año, de media, a la atención de cada persona dependiente. La cifra se reveló en el XXIII Dictamen del Observatorio de la Dependencia, documento elaborado periódicamente por la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales y que se traduce en una caída a mínimos en la serie histórica de esta estadística, con datos ofrecidos desde 2009.
En el año anterior habían sido perto de 6.000 euros. Con este último dato, tal y como destaca el informe, a Galicia se vuelve a alejar significativamente del gasto medio por dependiente en el conjunto del Estado español, que ascendió a 6.131,6 euros el pasado año.
El 2022 cerró con una tasa de 45,8 personas desatendidas por cada 1.000 personas con pleno derecho reconocido, indicador que se reduce por séptimo año consecutivo, si bien el propio documento matiza que de este dato hay que deducir las personas con Programa individual de atención (PIA) que aún no recibieron el servicio o prestación y las fallecidas en lista de espera.
Con estos datos, los autores y autores del estudio concluyen que la Galicia “aun no recuperó” los niveles asistenciales prepandemia, nombradamente en el servicio de atención residencial, pues el país cuenta con 1.417 plazas menos que antes de la irrupción de la pandemia.