Ni la implicación de la Comisión Europea y el Parlamento ni el empeño de más de una docena de países del club ni la propuesta conjunta que Francia y Alemania han ido rebajando poco a poco desde el pasado diciembre para acercar posiciones. Nada ha conseguido levantar el veto de Irlanda, Suecia, Dinamarca y también Finlandia -hasta ahora se movía en terreno indefinido-, a un impuesto común a las multinacionales digitales que acumula tropiezos en Bruselas desde hace más de un año. Lo que en España se conoce como ‘tasa Google’ y en Francia responde a las iniciales Gafa (Google, Alphabet, Facebook y Amazon) no permeará en una reglamentación comunitaria.
No, al menos, hasta que se formule una solución a nivel global, en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sobre la que se trabaja desde hace meses y cuyo desenlace podría dilatarse mucho tiempo. Hasta dos años. Así que el debate se frustra en Europa y solo se reabriría «si a finales de 2020» no ha hay nada concreto del organismo internacional, precisó Eugen Teodorovici, responsable de Finanzas de Rumanía, el país que ostenta la presidencia de turno de la UE.