Con motivo de la aprobación en el Consejo de Ministros del plan de medidas ante las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania, la CIG se concentró este martes delante del edificio de la Delegación del Gobierno en A Coruña y en las Subdelegaciones provinciales para reclamar medidas de intervención pública en la economía y cambios profundos en las políticas económicas y fiscales para hacer frente al desmesurado incremento de la carestía de la vida.
El secretario general de la CIG, Paulo Carril, aseguró que la respuesta a la pobreza no pueden ser más políticas neoliberales ni que se pretenda imponer, bajo la coartada del conflicto en Ucrania, la contención salarial, impidiendo así la recuperación del poder adquisitivo de los sueldos y consolidando la pobreza laboral. En este sentido, consideró ineficientes y totalmente insuficientes las medidas anunciadas en el llamado Plan de Respuesta Económica a la Guerra, pues decretar una rebaja de 20 céntimos en los combustíbeis sin limitar los precios para la gasolina y el gasóleo no impedirá que sigan subiendo.