Las primeras familias se acercaron este martes hasta el Fórum Carballo para recoger un menú compuesto por croquetas de bacalao al pil- pil y filetes de lomo de cerdo con pisto de verduras y patata cocida, aprovechando la donación realizada al Ayuntamiento por las empresas Seragra, Cultiagro y Patatas Gómez Vázquez.
“Intentamos hacer el máximo número de comidas y con la mejor calidad posible, señala Fernando Agrasar, director de la escuela. Empezamos con algo más de 200 a la semana, que podrán ir aumentando según las necesidades”. Según Agrasar, el principal objetivo de este proyecto es “ayudar a la gente más necesitada”. Y, al mismo tiempo, la experiencia resulta una oportunidad única para que el alumnado “vea como se cocina en estos grandes formatos, porque no es lo mismo cocinar para 15 o 20 personas que para 90 o 100”.
La primera jornada transcurrió de una manera muy ordenada, sin aglomeraciones ni necesidad de intervención del voluntariado de Protección Civil que se acercó hasta el Fórum Carballo para colaborar. También se desplazaron hasta las instalaciones de la Escuela Municipal de Hostelería el concejal de Formación y Empleo, Iván Andrade, y la concejal de Igualdad y Bienestar, Maica Ures.