Los hechos sucedieron cuando efectivos de la Guardia Civil del Puesto de A Laracha que se encontraban realizando un servicio de prevención del furtivismo y vigilancia de la costa, observaron una boya de pesca submarina a unos 40 metros de la costa en la zona de A Curviña en Caión siendo un día inhábil para este tipo de práctica.
Los agentes realizaron una espera interceptando posteriormente a la persona que estaba pescando cuando se disponía a cambiarse junto al vehículo de su propiedad.
En el momento de la identificación se le informó que no podía realizar pesca submarina los días de semana, manifestando que había adquirido el traje unos días antes y estaba probándolo.
En el reconocimiento de la zona que hicieron los agentes encontraron varios pulpos tirados con la cabeza dada la vuelta para que murieran siendo uno de ellos de talla inferior a la permitida y una sepia aún viva, pero agujereada por el arpón.
Cuando se le solicita la correspondiente autorización administrativa para la práctica de este tipo de pesca, manifiesta que no la posee.
Por estos hechos la Guardia Civil procedió a la confección de la correspondiente acta – denuncia por supuesta infracción a la Ley 11/2008 de Pesca de Galicia y a la incautación del pulpo y la sepia arrojando un peso total de 11 Kg.
Los especímenes aprehendidos fueron entregados en el Centro de Menores La Milagrosa de Carballo.