Tras muchas denuncias, la Xunta viene de declarar finalmente la caducidad de las concesiones mineras de Santa Comba, que afectan tanto a la histórica mina de volframio de Varilongo como al nuevo proyecto de mina a cielo abierto de Corcel Minerals en Castriz.
Así lo celebra Ecologistas en Acción tras años de batalla por la liberación de este espacio, pero al mismo tiempo exige a la Xunta que obligue a la minera australiana a constituir un aval de como mínimo 5 millones de euros para hacer frente a la restauración, cierre y clausura de la mina. Entienden que “el plan de restauración aprobado en 2011, con un irrisorio presupuesto de 53.000 euros y nunca sometido la participación pública, es totalmente insuficiente para hacerse cargo del cierre y clausura de la mina, con un coste real de restauración que será de varios millones”. Esperan que no acontezca como en el Monte Neme.
Recuerdan que la mina de estaño y volframio, propiedad de la misma empresa australiana que pretende reabrir las minas de Sano Finx, lleva abandonada desde 1986, hace más de 30 años.