Se trata de un edificio abandonado que en su día albergó las oficinas de la Seguridad Social y que está ubicado en el número 4 de la céntrica calle de la Salud. Numerosas han sido las quejas presentadas por el vecindario ante las autoridades en los últimos tiempos, pero de momento con poco éxito. Caídas de tejas, cascotes y lo más peligroso, cristales y con la puerta abierta. La última anécdota, que por suerte se ha quedado en un susto, la vivió en la mañana de este jueves una joven residente en esa calle y que transitaba para su domicilio con su hija de corta edad. La caída de cristales provocaron que la menor sufriera un corte en una pierna a la altura de la rodilla. La herida no revestía gravedad, pero pudo haber sido peor, si por ejemplo el cristal le hubiese caído en la cabeza, dado que es una ruta que utilizan a diario para ir a su domicilio. Los vecinos del edificio colindante también están hartos de, a mayores, sufrir los despropósitos de esta ruina a modo de humedades que dañan la medianera y que ven imposibles de erradicar. La madre de la niña herida requirió presencia policial para que la autoridad traslade la situación al Ayuntamiento para que se tomen medidas urgentes al respecto, dado que en cualquier momento del percance se puede pasar a la tragedia.

Vista exterior del edificio.

Estado interior del edificio.