Casi 20 años después, el Rácing está a las puertas de volver a la Segunda División del fútbol nacional. En el estadio de la Malata ya sueñan con el ascenso después de llegar al liderado remontando en la casa y echando mano de la cantera.
Quedan dos partidos, y el objetivo no puede estar más claro: el ascenso directo. La hostelería, de la mano de las peñas, es quien mejor palpa el ambiente en estas últimas semanas.
Una ilusión que se nota en toda la ciudad departamental, especialmente en el barrio de Canido, que puede considerarse casi un epicentro de forofos. Pero lo cierto es que todos los ferrolanos, futboleros o no, desean el mejor para el equipo que además genera una señal de identidad generacional.
Una victoria del Rácing y un empate del Alcorcón daría un ascenso virtual, que no matemático, al cuadro ferrolán.
En la rueda de prensa de este jueves de Jaume Jardí y Jesús Bernal comentaron que el equipo cumplira lo de llegar a las últimas jornadas ccon las posibilidades abiertas, y que lo darían todo en el partido de este sábado, que sin duda no será fácil.