La chimenea de la planta de la central térmica de Meirama fue destruida este miércoles de forma controlada con dinamita, como parte del proceso de descarbonización de la producción energética. La voladura se produjo a las 14:00, y fue un proceso semejante a lo que en diciembre pasado llevó por delante la torre de refrigeración, tras 40 años de servicio.
La chimenea, de 204 metros de altura, saltó por los aires y el skyline de Meirama dijo adiós a otro de sus símbolos, que curiosamente permanece en el escudo del ayuntamiento de Cerceda.
Fue una de las mayores plantas de producción de energía del país, con una potencia bruta de 580 megavatios, y en ella llegaron a trabajar unas 200 personas. Las reservas de la mina se agotaron en 2008, y sustituyó el lignito por hulla para producir energía.